Abuelos.
Pin pineja, rabo de coneja,
coneja real pide la sal,
salmenuda, pide la cuba,
cuba de barro, pide pal caballo,
caballo morisco, pide pal Obispo,
Obispo de Roma, quita la corona
quel rey la lleve, la gata rabona
coneja real pide la sal,
salmenuda, pide la cuba,
cuba de barro, pide pal caballo,
caballo morisco, pide pal Obispo,
Obispo de Roma, quita la corona
quel rey la lleve, la gata rabona
Trabajo en un bajo, y la
ventana da, o mejor, está en la calle.
Es una calle pequeña,
histórica, estrecha y larga.
Está en una de esas zonas de
la cuidad donde el estado suele olvidar a sus ciudadanos y solo se acuerda de
la mano del capital para desembarcar especulaciones y desalojo. La calle está
siempre muy concurrida y es bastante sucia, de las mas sucias que conozco.
Hay un colegio de niñxs, con
hermoso nombre “la vida es sueño”.
Tienen el patio del recreo en
la cubierta del edifico.
El recreo está volando.
También hay varios talleres de
flamenco en esa calle olvidada, concurrida y sucia para qué los asalariados consuman
su tiempo libre al final de la jornada. Hay bastantes guiris y algún turista
despistado, ya que une dos plazas también históricas. Donde hace 77 años se
montaron por estos días de julio las barricadas para defender el golpe de
estado fascista. Ardieron iglesias y se
fusiló a mansalva. La tristeza y los años oscuros tomaron el barrio.
Ahí están la ventana del
edificio, ahí estoy yo. Me veis os estoy saludando…
Desde una de las dos
ventanas que me conectan con la calle…
googlemaps nos ha fijado para siempre. Y nuestros rostros mi amor fugaces como fotos
Hoy un niño que pasaba ha
preguntado -mama donde comemos-.
Ella le ha respondído –en casa de la abuela- y grita el niño dando saltitos -bien!!! Ole!!!-
los gritos bajan la intensidad a medida que caminan y se alejan de la ventana.
el crío sigue gritando calle abajo
Un dos tres mojino en la pared. Era la frase con que los niños nos
levantábamos de la comida en casa de los abuelos maternos. Se comía, se
terminaba, te daban permiso para levantarte y nos íbamos mis primos, mi hermano
y yo a la pared: se pegaba el culillo a la misma y recitaba estos versos en voz
alta, -un dos tres, mojino en la paré-
Mi abuelo solía decir en las
noches de verano -yo como poco en verano
solo un gazpachito-. Dicho gazpacho era un fudre de gazpacho más o menos de medio litro, casi un cubo, al que
migaba uno o dos bistec empanados cortaditos en pequeños trozos, algo de restos
tortilla de patata y por supuesto la guarnición del gazpacho, a saber: su huevo
duro picado, pepino y pimiento todo muy picadito y medio paquete de picos de Marchena
o regaña… -Sólo un gazpachito- pensábamos todos!!!
Mi otro abuelo solía tomar a
la tarde a modo de merienda. Lo que llamaba un “café migao”, esto consistía en
ir introduciendo en el café con leche pan semiduros y miga hasta, que esta , había
absorbido todo el café y debía beberlo_comerlo con cuchara. Me gustaba de niño
verlo comerlo (no beberlo) sin dientes. Esto es una merienda muy de la
postguerra. Luego la tarde seguía con el dominó…
Ese niño grita con una alegría
desmedida que come en casa de la abuela. Me alegra el trabajo de la mañana. Solo
pienso, mientras proyecto, en la alegría del chaval y lo feliz de alguien por el
simple hecho de comer en casa de otro. -No me gusta comer en casa ajena- me decia Antonio, un pintor, hace años. Pienso en la intensidad de esos gritos y ese golgorio por comer e casa de la abuela, y pienso que la humanidad podía ser más a
menudo así de simple, así de intensa su felicidad. Sonrió pensando en lo bien que debe cocinar su
abuela (y en lo que ese niño la quiere).
El día trascurre rápido y la miseria del trabajo vuela junto con los gritos de recreo en al cubierta azotea
El día trascurre rápido y la miseria del trabajo vuela junto con los gritos de recreo en al cubierta azotea
En casas de mi abuelas nunca
cocinaron mis abuelas.Cosas de la burguesia.
En la ventana donde ha pasado hace un rato el niño que
me ha dejado una sonrisa dibujada en la boca se ha posado ahora un gorrioncillo
descarado, que me mira y me vacila, me pia y me come las migas…
decidido dedicarle el primer
soneto libre que escribo
Soneto vulgar a un
pajarillo. 2.0
(De la serie
poemas para niños)
Insolente gorrioncillo de ventana urbana
¿A quién te posas cerca sin agitar el alma?,
Las migajas que reúnes entorno a la cama
a saltitos te aproximas,
de a donde emanan
Insolente gorrioncillo, picas flor libada,
Y a la abeja en ti su miel dáda
Insolente gorrioncillo que despiertas mi sed
Desde tu rama ondulante con viento, vigía
de mi abatimiento, me dibujas buhonería,
cuando pías,
(liviano, temprano) a cada mañana vuestra merced
Insolente gorrioncillo, de la mancebía
A quién posas cerca te, avías.
Alzas tu vuelo y elevas tu cuello, asi tu pelo,
Alzas te a ti y a quien quiera sublime juego
Alzas y
vais de risa en flor a lo más lejos
en puro paraíso como adanas y evos
desvergonzado libre
desvergonzado feo
Cuántos emperadores fueron
que te quisieron
Tu pecho emplumonado, tu descaro y tus fueros
Insolente gorrioncillo marcas territorio
a base de
leña , de fuego.
Desvergonzado gorrioncillo
Cómo me recuerdas
mi edad dorada
gorrioncillo, hazme tu amada
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